Como podeis comprobar el sábado de carnaval fue el único día que me saqué el brazo por fuera de la ropa, ya llevaba 2 semanas y para no afear el disfraz no me puse el cabestrillo pero me porté como un campeón y estuve toda la noche sin mover el brazo, claro que la espada embainada era todo un invento porque llevé toda la noche la mano del brazo izquierdo enganchada a la espada para no mover el brazo