Los que me conoceis a mí personalmente sabeis que yo no soy presumia. Pero ahora mismo no me puedo pribar y os voy a contar dónde me encuentro.
Estoy sentada con mi portatil en la terraza de un tercer piso a doscientos metros del mar, desde aquí observo como entran y salen los barcos al puerto de Málaga. Esta mañana no hay mucho tráfico marítimo, solo veo dos cargueros, uno está esperando fondeado y otro carguero grandísimo está saliendo, también se ven a los lejos tres barquitos más pequeños, serán pesqueros.
A mi lado tengo a mi Olivia dormida en el cochecito y aquí tengo a mi lola preguntando ¿Qué tas saciendo Ela, que está saciendo Ela? así lo pregunta ella. Aquí a mis piés dormida está la perrita Frazzy... ¡ay qué contenta estoy! Ahora mismito voy a buscarme una cervecita... ¡a vuestra salud!
Estoy sentada con mi portatil en la terraza de un tercer piso a doscientos metros del mar, desde aquí observo como entran y salen los barcos al puerto de Málaga. Esta mañana no hay mucho tráfico marítimo, solo veo dos cargueros, uno está esperando fondeado y otro carguero grandísimo está saliendo, también se ven a los lejos tres barquitos más pequeños, serán pesqueros.
A mi lado tengo a mi Olivia dormida en el cochecito y aquí tengo a mi lola preguntando ¿Qué tas saciendo Ela, que está saciendo Ela? así lo pregunta ella. Aquí a mis piés dormida está la perrita Frazzy... ¡ay qué contenta estoy! Ahora mismito voy a buscarme una cervecita... ¡a vuestra salud!