Es que en realidad era un acontecimiento muy grande para todos, y para mí no iba a ser menos. Recuerdo que en los días previos a la
feria como siempre estábamos jugando en las inmediaciones del
parque cuando veíamos llegar a los primeros camiones cargados con los cacharritos como decíamos, no nos perdíamos ningún detalle, y nos pasábamos las horas mirando como los montaban y las conversaciones nuestras solo eran decir en cuantos nos íbamos a subir.