Os voy a contar mientras tanto un caso verídico que le pasó a mi vecino Segismundo que vá mucho de pesca y pesca lo que puede y lo que se deja pescar. Pero lo que en este caso le complicó la pesca es que otro vecino mio, el pobrecito Crobaldo; que está un poquito disipao; se le apuntó a ir ese día con él de pesca, pero tenía que faltar al trabajo.
Crobaldo faltó al trabajo y sin pensarlo se fué de pesca, Pero le dijo a su mujer que se iba a trabajar.
¡Ala de pesca! En eso que están los dos tan tranquilitos en la barca de Segismundo con las cañas echás y aparece un yate deportivo dandosé un paseito...
Mira... mira... quién viene ahí.. Croaldo que no sabe dónde esconderse, pero se enconde.
Cuando pasa la embarcación deportiva le dice a mi vecino Segismundo.... ¡Hoy es mi día de suerte, me he venido a pescar y no se ha enterado nadie, con lo cerca que han pasado y no me han visto.... ni mi jefe, ni mi mujer!
Crobaldo faltó al trabajo y sin pensarlo se fué de pesca, Pero le dijo a su mujer que se iba a trabajar.
¡Ala de pesca! En eso que están los dos tan tranquilitos en la barca de Segismundo con las cañas echás y aparece un yate deportivo dandosé un paseito...
Mira... mira... quién viene ahí.. Croaldo que no sabe dónde esconderse, pero se enconde.
Cuando pasa la embarcación deportiva le dice a mi vecino Segismundo.... ¡Hoy es mi día de suerte, me he venido a pescar y no se ha enterado nadie, con lo cerca que han pasado y no me han visto.... ni mi jefe, ni mi mujer!