Desde su refundación se creó en este convento un Colegio de Segunda Enseñanza para alumnos externos, aunque entonces apenas se mantuvo cuatro o cinco años debido a la inexistencia de internado. Pronto, sin embargo, se adquirieron unos terrenos colindantes al convento para levantar allí, alrededor de otro grandioso claustro, el nuevo edificio de un colegio, el cual, desde 1901 y con el nombre de Colegio Nuestra Señora del Carmen, admitió ya internos y se mantuvo abierto hasta 1933. Durante casi todo este tiempo el centro educativo funcionó también como Seminario Menor Carmelitano de la Bética. Tras la guerra civil se reanudó la actividad docente hasta su suspensión definitiva en 1967.