A tan magnifica institución educativa y religiosa, que tanta importancia tuvo para la vida social y cultural de Hinojosa del Duque y de toda la comarca, le quedaba aún otra estación de penitencia. A mediados de los años setenta del siglo XX todo el convento, excepto la iglesia, fue enajenado (dicen las lenguas que por seis millones de pesetas) y a continuación derruido totalmente para levantar en su solar los bloques de viviendas que hoy existen. Viendo ahora las imágenes que han perdurado de tan grandioso edificio nos preguntamos, una vez más aturdidos por la confusión, cómo tal infamia pudo ser posible.