SEGUIDILLAS DE LA VAQUERA
Vaquera hermosa
dulce y salada,
hueles a yerba fresca
y a flor granada.
Y hasta mí llega
la flor de tu hermosura,
pura y serena.
Cuando llevas tus vacas
a la dehesa
eres la virgen diosa
de la majeza.
Que no eran Ceres
ni Venus ni Minerva
lo que tú eres.
Al rayar la mañana
te veo ordeñando,
tu hermosura en el cubo
va chorreando.
Diez cubos llenos
de leche y de manteca,
niña, te quiero.
Yo ordeñaría, niña,
si me dejaras,
la espumita sin mancha (en)
tus fuentes claras.
Que me sostengo
adivinando espumas
de tus dos pechos.
Una leche, dos leches,
tres, cuatro leches,
vaquerita me bebo
las que tú me eches.
Tu leche bebo
a buchitos y a besos
y a ti me entrego.
Los chorros de tus manos
brotan espesos
la gracia de tus dedos
cuaja los quesos.
¡Qué miga tiene
quedarme yo cuajado
con tus vaivenes!
Vaquera hermosa
dulce y salada,
hueles a yerba fresca
y a flor granada.
Y hasta mí llega
la flor de tu hermosura,
pura y serena.
Cuando llevas tus vacas
a la dehesa
eres la virgen diosa
de la majeza.
Que no eran Ceres
ni Venus ni Minerva
lo que tú eres.
Al rayar la mañana
te veo ordeñando,
tu hermosura en el cubo
va chorreando.
Diez cubos llenos
de leche y de manteca,
niña, te quiero.
Yo ordeñaría, niña,
si me dejaras,
la espumita sin mancha (en)
tus fuentes claras.
Que me sostengo
adivinando espumas
de tus dos pechos.
Una leche, dos leches,
tres, cuatro leches,
vaquerita me bebo
las que tú me eches.
Tu leche bebo
a buchitos y a besos
y a ti me entrego.
Los chorros de tus manos
brotan espesos
la gracia de tus dedos
cuaja los quesos.
¡Qué miga tiene
quedarme yo cuajado
con tus vaivenes!
La verdad sea dicha. Nó sé de dónde he sacado hoy esto, lo tenía aquí en un papel olvidado. Pero es muy bonito. ¿Quién es su autor?