NO SE PUEDE HACER CASO DE TODO EL QUE HABLE (ande yo caliente y riasé la gente)
Aquel día, Juan y su hijo Marcelino cogieron el burro y se fueron temprano al campo a trabajar. El padre subió a su hijo al burro y tiraron calle abajo cuando una vecina les dijo: ¡Pero marcelino! un mozuelo joven y fuerte como tú ¿no te da nada dejar a tu padre andando?”. Marcelino se puso colorao y rápidamente se bajó del burro.
Se subió Juan y Marcelino iba andando al lado de su padre pero al salir del pueblo un paisano les dijo: “Pero Juan ¿no te da vergüenza dejar a tu muchacho andando y tú, un hombre hecho y derecho subio en el burro?.
El pobre Juan cogió rápidamente a su hijo y se lo subió a su lado en el burro.
Subidos al burro iban los dos, cuando una mujer que estaba barriendo su puerta, dijo.... Pero que vergüenza, ¡pobre animal! Dos hombres sobre un pobre burro, ¡hay que respetar a los animales! Padre e hijo se miraron incrédulos y se bajaron inmediatamente.
Ya por fin respiraban tranquilos andando los dos al lado del burro, cuando al cruzarse con dos hombres oyeron cómo uno le decía al otro: “Serán tontos el padre y el hijo, con el buen burro que llevan y la bestia tan fuerte que tienen y van los dos andando”.
¿Y AHORA QUE HACEMOS?
Aquel día, Juan y su hijo Marcelino cogieron el burro y se fueron temprano al campo a trabajar. El padre subió a su hijo al burro y tiraron calle abajo cuando una vecina les dijo: ¡Pero marcelino! un mozuelo joven y fuerte como tú ¿no te da nada dejar a tu padre andando?”. Marcelino se puso colorao y rápidamente se bajó del burro.
Se subió Juan y Marcelino iba andando al lado de su padre pero al salir del pueblo un paisano les dijo: “Pero Juan ¿no te da vergüenza dejar a tu muchacho andando y tú, un hombre hecho y derecho subio en el burro?.
El pobre Juan cogió rápidamente a su hijo y se lo subió a su lado en el burro.
Subidos al burro iban los dos, cuando una mujer que estaba barriendo su puerta, dijo.... Pero que vergüenza, ¡pobre animal! Dos hombres sobre un pobre burro, ¡hay que respetar a los animales! Padre e hijo se miraron incrédulos y se bajaron inmediatamente.
Ya por fin respiraban tranquilos andando los dos al lado del burro, cuando al cruzarse con dos hombres oyeron cómo uno le decía al otro: “Serán tontos el padre y el hijo, con el buen burro que llevan y la bestia tan fuerte que tienen y van los dos andando”.
¿Y AHORA QUE HACEMOS?