Yo conocí un labrador
que, celebrando mi gloria,
al borrico de la noria
le llamaba Campoamor.
Al regresar del otero,
lleno de gozo y cariño,
les dió a una niña y a un niño
dos pájaros un cabrero.
Dándole un beso primero,
la niña el suyo soltó;
el pájaro que quedó
no se le pudo soltar,
porque el niño, por jugar,
el cuello le retorció.
Juan Martínez Villergas
(español 1816-1894)
que, celebrando mi gloria,
al borrico de la noria
le llamaba Campoamor.
Al regresar del otero,
lleno de gozo y cariño,
les dió a una niña y a un niño
dos pájaros un cabrero.
Dándole un beso primero,
la niña el suyo soltó;
el pájaro que quedó
no se le pudo soltar,
porque el niño, por jugar,
el cuello le retorció.
Juan Martínez Villergas
(español 1816-1894)