Bueno, pués ya que está esta aquí os voy a contar una anédota que le pasó en Hinojosa a ella misma.
Dicen que antíguamente, muy antíguamente en la calle Tinteres vibia un muchachito muy fino con su mamá y un día la pobre mama se le murió ya de vieja él que era muy cariñoso la arregló y la acicaló muy bién para que estubiera guapa y se quedó toda la noche velandola y llorandola... ¡Ay qué dolor mi madre, ay que dolor mi madre! y así él solito. En eso que al ser de día se presenta toda de luto y con mucha circunstancia su vecina de por en cima la Rogelia.
Al ver el cuadro del velatorio empieza la Rogelia a hacerle coro. Pero él seguia. ¡ay que dolor mi madre, hay que dolor mi madre! el pobrecito gay cansaito del tó.... Ella sigue y le coge el relebo... ¡AY QUE DOLOR LA MADRE DE ESTE... AY QUE DOLOR LA MADRE DE ESTEEE! y CONTESTA EL ESTE... ya agotaito... ¡Mira... mira..... O te cojes al compás, o vas a la puta calle!
Dicen que antíguamente, muy antíguamente en la calle Tinteres vibia un muchachito muy fino con su mamá y un día la pobre mama se le murió ya de vieja él que era muy cariñoso la arregló y la acicaló muy bién para que estubiera guapa y se quedó toda la noche velandola y llorandola... ¡Ay qué dolor mi madre, ay que dolor mi madre! y así él solito. En eso que al ser de día se presenta toda de luto y con mucha circunstancia su vecina de por en cima la Rogelia.
Al ver el cuadro del velatorio empieza la Rogelia a hacerle coro. Pero él seguia. ¡ay que dolor mi madre, hay que dolor mi madre! el pobrecito gay cansaito del tó.... Ella sigue y le coge el relebo... ¡AY QUE DOLOR LA MADRE DE ESTE... AY QUE DOLOR LA MADRE DE ESTEEE! y CONTESTA EL ESTE... ya agotaito... ¡Mira... mira..... O te cojes al compás, o vas a la puta calle!
¡Que ingenio teneis! muy muy muyy bien....
Un besito Juan, y para Asunción otro beso...
Un besito Juan, y para Asunción otro beso...