Mi primo Cipriano se fué una vez a Londres a ver si aprendia a hablar inlés. Se alquiló un coche para desplazarse con más facilidad. Iba él conduciendo y puso la radio justamente cuando estaban en las noticias, puso empeño en enterarse y escucha:
¡Atencion, atencion, se comunica a los automovilistas que hay
un loco conduciendo en sentido contrario a la circulación, Tengan cuidado!
Y el Cipriano dice:
¿Como que uno? Esta gente no se entera, hay miles.
¡Atencion, atencion, se comunica a los automovilistas que hay
un loco conduciendo en sentido contrario a la circulación, Tengan cuidado!
Y el Cipriano dice:
¿Como que uno? Esta gente no se entera, hay miles.