esto era uno que iba en el tren y de pronto dice... ¡vaya por Dios, ya se me ha dormido el pié! y vá el tio y se quita el zapato.
Nó señor, le dice el que iba sentado enfrente, el pié no se le ha dormido a usted, se le ha muerto.
Nó señor, le dice el que iba sentado enfrente, el pié no se le ha dormido a usted, se le ha muerto.