Sordo ninfo del miedo lapidario
que al rumor de podrido campanario
y a la fétida voz de la serpiente
fabricas de tu envidia el rosario…
¡Para el alma precisas detergente!
que al rumor de podrido campanario
y a la fétida voz de la serpiente
fabricas de tu envidia el rosario…
¡Para el alma precisas detergente!