Un día Jaimito está intentando llamar al timbre de una puerta, pero no llega porque está demasiado alto, asi que un señor que lo ve desde la calle, se acerca y le dice.
- Chico ¿quieres que te eche una mano?
- Sí, por favor.
El hombre coge en brazos a Jaimito y después de llamar, le pregunta.
- ¿Que hacemos ahora?
- ¡Correr!
- Chico ¿quieres que te eche una mano?
- Sí, por favor.
El hombre coge en brazos a Jaimito y después de llamar, le pregunta.
- ¿Que hacemos ahora?
- ¡Correr!