Y ésta es la que más conmueve a muchos de los que añoramos los tiempos allí vividos.
Es así hijo, cada uno tenemos nuestros recuerdos en distinto sitio..
Tú vas de vez en cuando y matas el gusanillo.
Los recuerdos del convento no es fácil describir, y sobre todo saber que no existe aún nos atormenta más.