Eran las dos de la noche
y a tu puerta llegué ufano
con la bandurria en la mano;
despierta divina flor,
despierta divina amor,
las dos están dando ahora
y son de la madrugá:
y si estás embelesá
despierta divina aurora.
y a tu puerta llegué ufano
con la bandurria en la mano;
despierta divina flor,
despierta divina amor,
las dos están dando ahora
y son de la madrugá:
y si estás embelesá
despierta divina aurora.
Maruja, buenas noches. ME alegra que me despiertes con ese cantar.
¡Aaaahhh! Pero... ¿Te he espabilado?