HINOJOSA DEL DUQUE: Era uno tan feo, tan feo, tan feo, que para darse ánimos...
Era uno tan feo, tan feo, tan feo, que para darse ánimos se llamaba por teléfono y preguntaba: ¿Quién es el más guapo del mundo? Y como el teléfono estaba comunicando, oía: "tu, tu, tu, tu..."