Mari no me lo esperaba y he estado presente mientras trasladaban a la Virgen del Castillo desde el altar mayor de la Catedral a su ermita, ha cruzado la Plaza a hombros de señoras mayores y ha sido imprevisto, pero muy bonito. Eran ya casi las diez de la noche.
Tendria que haberme quedao contigo pero me esperaban.
Mari había mucha gente y allí no me he acercado a la familia. Luego me he encontrado con mi primo Rafael y hemos venido andando y hablando (A voces) por la calle Virgen de la Antígua, hasta las cuatro esquinas de Jesús y luego por Jerez y Caballero (La calle Larga) hasta San Gregorio y hemos vuelto a ser muchachos chicos, porque eso mismo hacíamos cuando lo eramos.
Maruja eso son las raices, ¿a que parece que no ha pasado el tiempo? te das cuenta.