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Historia de un hinojoseño
Hace más de un siglo en Hinojosa Del Duque, mi abuelo Pablo Flores empezó a realizar sillas de enea de manera artesanal, teniendo que ir a por el material como la enea para realizar dicho trabajo a los ríos mas próximos de la localidad como el Zújar, el Arroyo de las viñas y el Cohete a recoger la enea y los palos para hacer las sillas así se tiró mas de una década realizando ese trabajo hasta que empezó a enseñar a su hijo Eulogio Manuel Flores, el mas chico de los cuatro hermanos que con 12 años ya empezó a seguir los pasos de su padre en esta materia artesanal. Su hijo, Eulogio Manuel, se tiró muchísimos años realizando esta profesión acompañado de su mujer Florencia Copado que iba recogiendo las sillas por la calles de Hinojosa día tras día y ayudándole a limpiarlas la enea.
Con los años. Eulogio Manuel empezó a enseñar esta tradición artesanal a su yerno Paco para que no se perdiera. Tras varios años hasta que este marcho a Barcelona, Manuel empezó a tener una salud delicada y enseñó el oficio a su nuera Marisa y a mi su hijo Manuel Flores, que le ayudaba los fines de semana en aquel tiempo, ya que el tenia su propio oficio. Tras el fallecimiento de mi padre me hice cargo del oficio que habían tenido durante años mi abuelo y mi padre.
A sin para que esta tradición no se piedad y con Servando la herramienta artesanales. Como el cepillo. las barrenas la azuela y escoplo
Siendo ahora el único artesano de sillas de enea en el Valle los Pedroches.
Hace más de un siglo en Hinojosa Del Duque, mi abuelo Pablo Flores empezó a realizar sillas de enea de manera artesanal, teniendo que ir a por el material como la enea para realizar dicho trabajo a los ríos mas próximos de la localidad como el Zújar, el Arroyo de las viñas y el Cohete a recoger la enea y los palos para hacer las sillas así se tiró mas de una década realizando ese trabajo hasta que empezó a enseñar a su hijo Eulogio Manuel Flores, el mas chico de los cuatro hermanos que con 12 años ya empezó a seguir los pasos de su padre en esta materia artesanal. Su hijo, Eulogio Manuel, se tiró muchísimos años realizando esta profesión acompañado de su mujer Florencia Copado que iba recogiendo las sillas por la calles de Hinojosa día tras día y ayudándole a limpiarlas la enea.
Con los años. Eulogio Manuel empezó a enseñar esta tradición artesanal a su yerno Paco para que no se perdiera. Tras varios años hasta que este marcho a Barcelona, Manuel empezó a tener una salud delicada y enseñó el oficio a su nuera Marisa y a mi su hijo Manuel Flores, que le ayudaba los fines de semana en aquel tiempo, ya que el tenia su propio oficio. Tras el fallecimiento de mi padre me hice cargo del oficio que habían tenido durante años mi abuelo y mi padre.
A sin para que esta tradición no se piedad y con Servando la herramienta artesanales. Como el cepillo. las barrenas la azuela y escoplo
Siendo ahora el único artesano de sillas de enea en el Valle los Pedroches.
Anoche nos regaló Marrufo un relato precioso.