¡Ay, mare, quién pudiera!
¡Ay, mare, quién pudiera!
vestirse de esperanza
como la primavera.
Sufro con el desvalío,
sufro con el que no come,
sufro con el desvalío,
quien a mi puerta se asome
verá el arrepentimiento,
llorando por los rincones.
¡Ay, ay, ay!
Y les sobra la razón,
me llaman la Pecaora
y les sobra la razón,
pero arrastro esta condena
porque nadie me ayudó
cuando yo era tan buena.
¡Ay, ay, ay!
¡Ay, mare, quién pudiera!
vestirse de esperanza
como la primavera.
Sufro con el desvalío,
sufro con el que no come,
sufro con el desvalío,
quien a mi puerta se asome
verá el arrepentimiento,
llorando por los rincones.
¡Ay, ay, ay!
Y les sobra la razón,
me llaman la Pecaora
y les sobra la razón,
pero arrastro esta condena
porque nadie me ayudó
cuando yo era tan buena.
¡Ay, ay, ay!
Hoy se la he oido cantar a una muchachita malagueña, de Benamocarra y esta niña es genial, se llama BELEN JURADO Y creedme, lo hace tan bién como la otra Jurado. ¡Animo Belén, tu vales mucho!