Cipriano llega a su casa después de clase.
¿Qué tal ha ido el colegio hoy? le pregunta su padre.
- ¡Muy mal!
- ¿Por qué?
- Porque nadie entiende a la profesora.
- ¿Qué pasa? ¿No se explica bien?
- No, es que me mandó hacer una cosa y luego me dijo que estaba mal.
- Pero ¿qué te mandó?
- Me dijo que escribiera tres palabras graves en la pizarra.
- Y ¿no las sabías?
- ¡Claro! Pero al parecer eran demasiado graves.
¿Qué tal ha ido el colegio hoy? le pregunta su padre.
- ¡Muy mal!
- ¿Por qué?
- Porque nadie entiende a la profesora.
- ¿Qué pasa? ¿No se explica bien?
- No, es que me mandó hacer una cosa y luego me dijo que estaba mal.
- Pero ¿qué te mandó?
- Me dijo que escribiera tres palabras graves en la pizarra.
- Y ¿no las sabías?
- ¡Claro! Pero al parecer eran demasiado graves.