La indirecta no hizo efecto,
pues ni una hizo el ademán 30
de levantarse siquiera,
y entonces, con mucha sal,
dijo el presidente: «Ujieres,
puesto que han salido ya
todas las damas honestas...
¡haced salir las demás!»
pues ni una hizo el ademán 30
de levantarse siquiera,
y entonces, con mucha sal,
dijo el presidente: «Ujieres,
puesto que han salido ya
todas las damas honestas...
¡haced salir las demás!»