IV SEGUIDILLAS PORQUERAS
Tu madre no me quiere
por ser porquero,
pero bien se relame
con mis torreznos.
Será que el cerdo
si más negro por fuera
mejor por dentro.
Dile que soy porquero
y a mucha honra,
repletica de lomo
llevo la alforja.
Dime –“Sí quiero”,
no faltará el avío
para el puchero.
Gruñidos de lechones
son cante jondo,
romanzas que cantara
Marcos Redondo.
Tienen un timbre
tan fino y tan realzado
como una mimbre.
Andares jamoneros,
danza serrana,
familia de la polca
y de la pavana.
¡Más alimentan
andares y gruñidos
que las arencas!
Que la roña del cuerpo
el jabón la quita
y la roña del alma
ni agua bendita.
Sucios por fuera,
muchos que son por dentro,
quedar quisieran.
¡Si hasta los cagajones
dan alimento!:
berenjenas, tomates,
melón, pimientos...
¡Cómo me hechiza
el ver nacer gruñendo
tanta hortaliza!
“Si quieres ver tu cuerpo
abre el de un puerco”,
si quieres ver mi alma
te abro mi pecho.
Yo por tus huesos
me muero y que la carne
para los perros.
Saca de mí morcillas,
lomo y jamones,
y prueba las enjundias
de mis amores.
Di qué más quieres
si te doy mis entrañas
quién más te quiere.
Pues por ti yo me encuentro
sacrificado,
colgado boca abajo (y)
despedazado.
Que mis pedazos
sólo se pondrán juntos
contigo en brazos.
Tendremos porquerillos
y vaquerillas,
mozos sanos y alegres
de pajarillas.
Nuestros retoños
saldrán con buena leche
y buenos redaños.
Tu madre no me quiere
por ser porquero,
pero bien se relame
con mis torreznos.
Será que el cerdo
si más negro por fuera
mejor por dentro.
Dile que soy porquero
y a mucha honra,
repletica de lomo
llevo la alforja.
Dime –“Sí quiero”,
no faltará el avío
para el puchero.
Gruñidos de lechones
son cante jondo,
romanzas que cantara
Marcos Redondo.
Tienen un timbre
tan fino y tan realzado
como una mimbre.
Andares jamoneros,
danza serrana,
familia de la polca
y de la pavana.
¡Más alimentan
andares y gruñidos
que las arencas!
Que la roña del cuerpo
el jabón la quita
y la roña del alma
ni agua bendita.
Sucios por fuera,
muchos que son por dentro,
quedar quisieran.
¡Si hasta los cagajones
dan alimento!:
berenjenas, tomates,
melón, pimientos...
¡Cómo me hechiza
el ver nacer gruñendo
tanta hortaliza!
“Si quieres ver tu cuerpo
abre el de un puerco”,
si quieres ver mi alma
te abro mi pecho.
Yo por tus huesos
me muero y que la carne
para los perros.
Saca de mí morcillas,
lomo y jamones,
y prueba las enjundias
de mis amores.
Di qué más quieres
si te doy mis entrañas
quién más te quiere.
Pues por ti yo me encuentro
sacrificado,
colgado boca abajo (y)
despedazado.
Que mis pedazos
sólo se pondrán juntos
contigo en brazos.
Tendremos porquerillos
y vaquerillas,
mozos sanos y alegres
de pajarillas.
Nuestros retoños
saldrán con buena leche
y buenos redaños.