** EL DOLOR DEL VIUDO **
Murió la esposa de Antero,
y aunque el dolor del esposo
no fué grande ni sincero,
llevó luto riguroso....
en la ropa y el sombrero.
Un amigo que lo vió
y que, engañado, creyó
sincera su pesadumbre,
consolarle pretendió
con las frases de costumbre.
- ¡Ah! no llores tu esposa,
con voz trémula le dijo;
como era tan candorosa,
tan buena y tan cariñosa,
está en la gloria, de fijo.
Y el esposo respondió,
dando un gran suspiro: ¡Ah!
yo no sé dónde estará...
¡pero en la gloria estoy yo!
Fel. Pérez y González
(español contemp.)
Murió la esposa de Antero,
y aunque el dolor del esposo
no fué grande ni sincero,
llevó luto riguroso....
en la ropa y el sombrero.
Un amigo que lo vió
y que, engañado, creyó
sincera su pesadumbre,
consolarle pretendió
con las frases de costumbre.
- ¡Ah! no llores tu esposa,
con voz trémula le dijo;
como era tan candorosa,
tan buena y tan cariñosa,
está en la gloria, de fijo.
Y el esposo respondió,
dando un gran suspiro: ¡Ah!
yo no sé dónde estará...
¡pero en la gloria estoy yo!
Fel. Pérez y González
(español contemp.)
Yo no me fiaría de ningún viudo y menos del mio; si se diera el caso.