Y para echar un buen rato voy a contaros un caso verídico que le ocurrió a mi vecina Micaela una tarde que salía del baño envuelta en una toalla y fué a avisar a su marido que ya estaba la ducha libre para él.
Cuando el marido de Micaela entra en la ducha, suena el timbre de la puerta. Ella le comunica que abrirá la puerta y baja a abrir envuelta en la toalla.
Al abrir la puerta se encuentra a su vecino Antonio, que se queda sin aliento ante la visión que le ofrece la buenísima señora. Entonces el vecino saca dos billetes nuevecitos de 100 euros y le dice a ella que son suyos si deja caer la toalla hasta la cintura.
Ella piensa, " ¿por qué no?", de modo que deja caer la toalla, deja sus senos al descubierto y coge el dinero. Antonio jadea ante lo que ve, saca prontamente otros 200 euros y se los ofrece por dejar caer la toalla hasta el suelo para ver el asunto completo.
Micaela piensa que ya había llegado bastante lejos, así que no le importa hacerlo, y deja caer la toalla al suelo, enseñando su precioso cuerpo. Antonio la contempla un momento extasiado, le da las gracias y se va.
Cuando ella sube de nuevo, su marido que acababa de salir de la ducha, le pregunta ¿Quién ha llamado a la puerta?
Ella contesta:
Era nuestro vecino Antonio.
¿Y ha traído los 400 euros que me debe?
¡TOMA YA MICAELA!
Cuando el marido de Micaela entra en la ducha, suena el timbre de la puerta. Ella le comunica que abrirá la puerta y baja a abrir envuelta en la toalla.
Al abrir la puerta se encuentra a su vecino Antonio, que se queda sin aliento ante la visión que le ofrece la buenísima señora. Entonces el vecino saca dos billetes nuevecitos de 100 euros y le dice a ella que son suyos si deja caer la toalla hasta la cintura.
Ella piensa, " ¿por qué no?", de modo que deja caer la toalla, deja sus senos al descubierto y coge el dinero. Antonio jadea ante lo que ve, saca prontamente otros 200 euros y se los ofrece por dejar caer la toalla hasta el suelo para ver el asunto completo.
Micaela piensa que ya había llegado bastante lejos, así que no le importa hacerlo, y deja caer la toalla al suelo, enseñando su precioso cuerpo. Antonio la contempla un momento extasiado, le da las gracias y se va.
Cuando ella sube de nuevo, su marido que acababa de salir de la ducha, le pregunta ¿Quién ha llamado a la puerta?
Ella contesta:
Era nuestro vecino Antonio.
¿Y ha traído los 400 euros que me debe?
¡TOMA YA MICAELA!
jAJAJAJ QUE ME TRONCHO