Dicen que por aquí por la parte de la comarca de Velez-Málaga, había una vez un muchacho que andaba más bién un poco modorro y se dedicaba a vaciar toas las albercas de las huertas; así no había quién sacara una cosecha de aguacates decentes. Tenía a tos los agricultores mijita mosqueaos y no había quién hiciera carrera de él. Veía un almacenamiento de aguas y ya está, buscaba la forma de dejarlo seco. El pobre padre del susodicho no sabía ya como hacer frente a tanta reclamación y denuncia. En eso que el pobre progenitor se acordó de un primo suyo que vivía en la Capital y decidió mandarlo pa Málaga, por ver si por allí sentaba cabeza. El muchacho se subió a bordo de un tren que por entonces se llama "La cochinita" y que circulaba entre Málaga y la Venta Zazarraya y muy contento y sorprendido se dirigía a la Capital cuando de pronto al llegar a la Caleta de Velez, divisa por primera vez ese maravilloso Mediterráneo y se queda tó alelao, sorprendio y patidifuso dice..... ¡Joer que alberca... como le encuentre yo el tapón, la que se vá a liar!