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Dicen que una muchacha que estaba embarazada, cuando llega su mario cansaito del trabajo va y le dice al muchacho...."Mira Paco.... es que tengo un antojo mu grande de caracoles. Yo esta noche me comería una ración, porque es que se me han antojao y mira que si el niño nos sale con algún cuerno... Hombre vé y buscamé unos poquitos caracoles, aunque sea en el bar de abajo" En esto que se vá el mario a buscar los caracoles y pregunta en el bar ¿Teneis caracoles? Si hombre. Pués prepararme una ración pa mi mujer. En eso que llega al bar un amigo y le dice.... ¡Hombre cuanto tiempo sin verte, anda vamos a echarnos un cubatita! Nó hombre que mi mujer tiene un antojo y le voy a subir los caracoles.... Anda que no tardamos... ¡Hombre echa otro! Y otro y otro, Total que a las 12 de la noche sube ese hombre con los caracoles y al llegar a la casa toca el timbre y la mujer que está acostá se levanta y abre la puerta. El mario con la jumaera deja caer la ración de caracoles por las escaleras y sin saber que decirle a su mujer, se dirige a los caracoles y dice.... ¡Venga muchachos ánimo que ya llegamos! María no te enfades, pero es que los he tenio que traer a tos andando.
