Tienes planta de maceta
y hay en tí tal señorío
que eres rey de las
carretas
de la
Virgen del Rocío.
En tus alas primorosas
aún revuelan los lamentos
de promesas amorosas.
De promesas amorosas
que luego se lleva el viento.
Ay, ay
que luego se lleva el viento.