Un muchacho colodro muy formao y estudiao va a China en misión de trabajo (Algo común y corriente hoy en día) y como tenía que comer, entra en un restaurante, hace el pedido de su menú y de pronto le entran dudas de si lo que ha pedido y le han servido en el plato, será o no pato. Como no sabe chino y lo quiere averiguar, le dice al camarero con tono interrogativo:
– ¿Cua–Cua?
Y el camarero le responde sin rodeos:
Guau–guau.
¡Es lo que hay!
– ¿Cua–Cua?
Y el camarero le responde sin rodeos:
Guau–guau.
¡Es lo que hay!