Según informaciones verbales, en los últimos años del siglo IXX y principios del XX, en nuestra Plaza se hacían corridas de toros y por alguna oportuna idea de la oligarquía de la época, se decidíó cerrar la calle y hacer esta pequeña casa que a ellos les servía de parco y sede para los oportunos festejos. Luego fue el bar "Ate pa llá" y ahora el kiosko papelería.
¡Me encantaría que me lo rebatiera alguien! Seguro, seguro, que tenía mucha más información que yo.