¡Buenos abios para la chimenea!
Estos están en el primer proceso de secado, cuando se empiezan a abrir, cojo un mazo de hierro y cuñas de acero y a porrazo limpio los hago en astillas y los paso a la leñera, para después quemarlos, y no veas como arden.
Eso forma parte del anterior refrán, Julio tu no tienes que ir al gimnasio.