Continuación de
SIEMPRE ES DOMINGO
De que el número de vagos
Cada día sea mayor
Mucha culpa es de los padres
Por su poca comprensión.
Si tienen un algo, quieren
Carrera a sus hijos dar
Sin comprender si ellos tienen
Para estudiar, facultad.
Y a estudiar se van
Pronto a la academia
Y calabazas son
Lo que allí cosechan
Vienen igual que se van
Y le han gastado al padre
La mitad del capital.
A estos lumbreras los vemos
Presumir por esas calles
Sin carrera y sin oficio
Aserradores del aire
Haciendo siempre domingo.
También en el bello sexo
Está sucediendo igual
Hay mujeres que les gusta
Muy poquito el trabajar.
Todas las mañana salen
Aunque haya algo que hacer
Y a su casa solo acuden
A la hora de comer.
Por la tarde van
También de paseo
Para disfrutar
Y andar de recreo
Porque allí
Se van a juntar
Con los que tampoco
Quieren hacer ná.
Por la noche van al cine
Cuando cenan, a la cama
Para muy bien descansar
Para al otro día lo mismo
Y estar haciendo domingo
Todos los días de la semana.
También en la clase humilde
De vagos hay gran porción
Que el enredo y el engaño
Es su honrada profesión
También abundan los tontos
Y su tontera les da
Por oler a donde va
Pero no por trabajar.
Algunos se van
A otras poblaciones
Por si de gandul
Hay colocaciones
Y luego se ve que allí
Siguen siendo vagos.
Todo el que es perro en su tierra
Aunque se valla a otro pueblo
Nunca a galgo llegará
Ha de seguir siendo perro
Y con el rabo entre piernas
Pronto viene de regreso.
Ya es hora de que debieran
Dar una disposición
Para acabar con los vagos
Que es contagiosa infección
Porque en todos los poblados
Una gran peste de ve
Si hay cincuenta trabajando
Los vagos son ciento diez.
Y en la población
Andan dando vueltas
Y todo su afán
Es coger la presa.
Andan de acá para allá
A los dormidos a despertar
Como ratón de despensa
Están viviendo los vagos
Y los que trabajan son
Con desprecio, mal mirados
Que parece ser deshora
Llevar callos en las manos.
Como los zánganos buscan
El vivir sin trabajar
Andan por ver si se enchufan
En la colmena social.
Unos cuantos se han metido
De crédito en la sección
Y sin crédito han salido
Por su excesiva ambición.
Pues al disponer
De tantos millones
Empiezan a ser
Ellos los chupones.
Por las notas que nos dan
Trescientas mil plumas
Se han tragado ya.
Ahora de pensar no duermen
Se encuentran muy apurados
Porque digerir no pueden
Lo mucho que se han tragado.
Precisan un vomitivo
Para poder arrojarlo.
Autor: Bernardo Perea.
SIEMPRE ES DOMINGO
De que el número de vagos
Cada día sea mayor
Mucha culpa es de los padres
Por su poca comprensión.
Si tienen un algo, quieren
Carrera a sus hijos dar
Sin comprender si ellos tienen
Para estudiar, facultad.
Y a estudiar se van
Pronto a la academia
Y calabazas son
Lo que allí cosechan
Vienen igual que se van
Y le han gastado al padre
La mitad del capital.
A estos lumbreras los vemos
Presumir por esas calles
Sin carrera y sin oficio
Aserradores del aire
Haciendo siempre domingo.
También en el bello sexo
Está sucediendo igual
Hay mujeres que les gusta
Muy poquito el trabajar.
Todas las mañana salen
Aunque haya algo que hacer
Y a su casa solo acuden
A la hora de comer.
Por la tarde van
También de paseo
Para disfrutar
Y andar de recreo
Porque allí
Se van a juntar
Con los que tampoco
Quieren hacer ná.
Por la noche van al cine
Cuando cenan, a la cama
Para muy bien descansar
Para al otro día lo mismo
Y estar haciendo domingo
Todos los días de la semana.
También en la clase humilde
De vagos hay gran porción
Que el enredo y el engaño
Es su honrada profesión
También abundan los tontos
Y su tontera les da
Por oler a donde va
Pero no por trabajar.
Algunos se van
A otras poblaciones
Por si de gandul
Hay colocaciones
Y luego se ve que allí
Siguen siendo vagos.
Todo el que es perro en su tierra
Aunque se valla a otro pueblo
Nunca a galgo llegará
Ha de seguir siendo perro
Y con el rabo entre piernas
Pronto viene de regreso.
Ya es hora de que debieran
Dar una disposición
Para acabar con los vagos
Que es contagiosa infección
Porque en todos los poblados
Una gran peste de ve
Si hay cincuenta trabajando
Los vagos son ciento diez.
Y en la población
Andan dando vueltas
Y todo su afán
Es coger la presa.
Andan de acá para allá
A los dormidos a despertar
Como ratón de despensa
Están viviendo los vagos
Y los que trabajan son
Con desprecio, mal mirados
Que parece ser deshora
Llevar callos en las manos.
Como los zánganos buscan
El vivir sin trabajar
Andan por ver si se enchufan
En la colmena social.
Unos cuantos se han metido
De crédito en la sección
Y sin crédito han salido
Por su excesiva ambición.
Pues al disponer
De tantos millones
Empiezan a ser
Ellos los chupones.
Por las notas que nos dan
Trescientas mil plumas
Se han tragado ya.
Ahora de pensar no duermen
Se encuentran muy apurados
Porque digerir no pueden
Lo mucho que se han tragado.
Precisan un vomitivo
Para poder arrojarlo.
Autor: Bernardo Perea.
