Al fondo del
paseo ajardinado, y apenas visible desde la entrada, se sitúa frontalmente el
Palacio que consta un cuerpo central de tres plantas y a sus lados dos cuerpos de dos plantas que terminan en ambos laterales con dos cuerpos de
torre mirador. Se conserva una pequeña
capilla muy restaurada con
espadaña de dos
arcos con
campanas. Además, integran el
caserío varias edificaciones de distintas épocas destinadas a servicios agrícolas y ganaderos. Fue residencia temporal de los reyes Alfonso XII y Alfonso XIII durante sus asistencias a las monterías que organizaba el marqués de Viana.