La
Iglesia de
Santa María de las
Flores de estilo
gótico tardío, se emplaza en el interior del antiguo perímetro
amurallado, en la cota más alta de la población, muy próxima al
castillo. Su existencia como
parroquia se remonta a la conquista del lugar, en 1240, por el rey Fernando III. El inmueble hoy conservado muestra la existencia de una iglesia muy primitiva, en cuya construcción se aprovecharon elementos
romanos y musulmanes, y el templo levantado en los primeros años del siglo XVI siguiendo una tipología característica de única nave con tramos separados por
arcos apuntados de amplia luz.