Conocí a D. Amador del Rey Cano cuando fue maestro en Mondreganes (León). Junto con su esposa, también maestra nacional, regentaron las dos escuelas unitarias de esa localidad leonesa al final de los años 50 del pasado siglo. Mis padres, maestros en Almanza (localidad a unos 5 kilómetros de Mondreganes), fueron muy amigos de D. Amador y su esposa. Mis recuerdos sobre D. Amador son su acento andaluz-cordobés en su manera un poco nasal de hablar, así como su bondad y cariño con el que me trataba. Además ... (ver texto completo)