Una vez más he de salir en defensa de quienes apuestan decididamente por el ejercicio legítimo de la libertad de expresión. Por quienes, aún manteniendo posiciones distantes, realizan su comentario, su critica o su alabanza, con argumentos. La verdad y la razón absoluta no son patrimonio de nadie. La apuesta democrática que muchos estamos haciendo en este foro, no debe verse perturbada por las intervenciones mezquinas de quienes quieren aprovecharlo para vomitar sus propios complejos y mediocridades. ... (ver texto completo)