Y LLEGÓ EL VERANO
¿Quién no recuerda los veranos en el pueblo?
Esos días de calor sofocante, especialmente al mediodía, en ese gran pueblo de La Granjuela.
Y por la noche al fresco o la fresca era una cita indispensable. Salir con tu silla a la puerta a las 10 de la noche y charlar, recordando leyendas autóctonas. Lo mejor de los pueblos es que hasta debajo de una piedra hay una historia.
Vuelven esos días, en agosto los pueblos se llenan de vida, son o eran tiempos de siega, espigas, viento ... (ver texto completo)
¿Quién no recuerda los veranos en el pueblo?
Esos días de calor sofocante, especialmente al mediodía, en ese gran pueblo de La Granjuela.
Y por la noche al fresco o la fresca era una cita indispensable. Salir con tu silla a la puerta a las 10 de la noche y charlar, recordando leyendas autóctonas. Lo mejor de los pueblos es que hasta debajo de una piedra hay una historia.
Vuelven esos días, en agosto los pueblos se llenan de vida, son o eran tiempos de siega, espigas, viento ... (ver texto completo)