El orgullo de un pueblo La Granjuela
Un pueblo vive de lo mismo que le dio la vida: la aspiración. Para mantenerlo unido es preciso tener siempre ante sus ojos un proyecto de vida en común.
Hay que evitar esos pueblos que se quedan como siempre en ese estadio elemental de la evolución que es la aldea. Yo espero que en ese punto se comporten las nuevas generaciones con mayor intransigencia.
Es obvio, si se observa, que La Granjuela ha evolucionado, como también lo ha hecho España y sus regiones (ahora autonomías), así lo han experimentado hacia lo que “debe ser”. Pero lo ideal de una cosa, o, dicho de otro modo, lo que una cosa debe ser, no puede consistir en la suplantación de su contexto real, sino, por el contrario, en el perfeccionamiento de ésta.
En La Granjuela las infraestructuras han mejorado sustancialmente, como así también la prestación de los servicios públicos, sin embargo, en mi opinión, la asignatura pendiente es la carencia de proyectos económicos, que empuje la locomotora del desarrollo social, en lo laboral generando puestos de trabajo, es decir con expectativas ilusionantes especialmente para las nuevas generaciones, que eviten la emigración y el empobrecimiento de la vida en este pueblo.
En esta parcela, las autoridades locales y autonómicas tienen mucho trabajo por delante, ayudando y facilitando los medios necesarios en la creación de nuevos puestos de trabajo, activando las innovaciones que procedan, ello demostrará la capacidad de gestión de los políticos de turno con responsabilidades en la gestión pública.
Un pueblo vive de lo mismo que le dio la vida: la aspiración. Para mantenerlo unido es preciso tener siempre ante sus ojos un proyecto de vida en común.
Hay que evitar esos pueblos que se quedan como siempre en ese estadio elemental de la evolución que es la aldea. Yo espero que en ese punto se comporten las nuevas generaciones con mayor intransigencia.
Es obvio, si se observa, que La Granjuela ha evolucionado, como también lo ha hecho España y sus regiones (ahora autonomías), así lo han experimentado hacia lo que “debe ser”. Pero lo ideal de una cosa, o, dicho de otro modo, lo que una cosa debe ser, no puede consistir en la suplantación de su contexto real, sino, por el contrario, en el perfeccionamiento de ésta.
En La Granjuela las infraestructuras han mejorado sustancialmente, como así también la prestación de los servicios públicos, sin embargo, en mi opinión, la asignatura pendiente es la carencia de proyectos económicos, que empuje la locomotora del desarrollo social, en lo laboral generando puestos de trabajo, es decir con expectativas ilusionantes especialmente para las nuevas generaciones, que eviten la emigración y el empobrecimiento de la vida en este pueblo.
En esta parcela, las autoridades locales y autonómicas tienen mucho trabajo por delante, ayudando y facilitando los medios necesarios en la creación de nuevos puestos de trabajo, activando las innovaciones que procedan, ello demostrará la capacidad de gestión de los políticos de turno con responsabilidades en la gestión pública.