EL BAR DE SIEMPRE
De todos los lugares del pasado
la memoria prefiere,
en ese amanecer o en esa noche,
el rincón donde viven
los antiguos, inútiles futuros,
y me levanto de la mesa
de los buenos amigos
para abrazarme a lo que ya no existe,
para darle la mano a los remordimientos,
hasta que mi conciencia
consigue recordarme
un invierno de nubes primitivas,
como si fuera el bar de siempre.
El humo de mis huellas
se apodera del tiempo, de mi tiempo
envuelve las arañas melancólicas
de los ojos cansados.
Aquí estoy ahora,
En el bar Madrid, villa La Granjuela.
en un bar donde un hombre amable
sirve la ilusión del silencio,
como queriendo decirles a todos:
Yo conozco los temas de tu interés.
Y activa la rémora de mis recuerdos,
pero algo he soñado para que ustedes sueñen.
De todos los lugares del pasado
la memoria prefiere,
en ese amanecer o en esa noche,
el rincón donde viven
los antiguos, inútiles futuros,
y me levanto de la mesa
de los buenos amigos
para abrazarme a lo que ya no existe,
para darle la mano a los remordimientos,
hasta que mi conciencia
consigue recordarme
un invierno de nubes primitivas,
como si fuera el bar de siempre.
El humo de mis huellas
se apodera del tiempo, de mi tiempo
envuelve las arañas melancólicas
de los ojos cansados.
Aquí estoy ahora,
En el bar Madrid, villa La Granjuela.
en un bar donde un hombre amable
sirve la ilusión del silencio,
como queriendo decirles a todos:
Yo conozco los temas de tu interés.
Y activa la rémora de mis recuerdos,
pero algo he soñado para que ustedes sueñen.