Pues por ese cortijo de la Higuera, he pasado yó un montón de veces con mi
perro. Hasta hace unos 4 años. A mí, siempre me ha gustado esa zona. Es un
paraje que tiene algo de especial y mágico. Se oye el silencio, huele a
romero, a tomillo y a flor salvaje. Se cuentan historias del siglo XVIll,
cuándo allí se celebraban aquelarres y rituales. Según unas recopilaciones
de libros antiguos de la biblioteca de Priego, la mandragora, el beleño y el
estramonio en forma de brebajes, ponian a todos los participantes como motos.
Era la venganza del pueblo ante la opresión y los abusos de los caciques y
los gobiernos de entonces.
Saludos. Jesús Ramón.
perro. Hasta hace unos 4 años. A mí, siempre me ha gustado esa zona. Es un
paraje que tiene algo de especial y mágico. Se oye el silencio, huele a
romero, a tomillo y a flor salvaje. Se cuentan historias del siglo XVIll,
cuándo allí se celebraban aquelarres y rituales. Según unas recopilaciones
de libros antiguos de la biblioteca de Priego, la mandragora, el beleño y el
estramonio en forma de brebajes, ponian a todos los participantes como motos.
Era la venganza del pueblo ante la opresión y los abusos de los caciques y
los gobiernos de entonces.
Saludos. Jesús Ramón.