LAS LAGUNILLAS: También solía visitar el cortijo, un cura, familia...

También solía visitar el cortijo, un cura, familia de la abuela, con muy buen saque en la mesa, orondo, cebón y hermoso, que dejaba temblando los quesos y las orzas. Menos mal que solo estaba un día. A veces se interesaba por mí, indagando el porque no había hecho la comunión ni iba a la iglesia, hasta que el abuelo, que era hombre de orden, pero visceralmente anticuras, lo paraba en seco. Servidor, pensaba para si mismo, que había algo en el cura que me producía pánico. Siempre abominando del mundo oscuro, y a ese mundo, pertenecen la gente y los amigos que mas quería y que mas quiero, hoy.