Este convento lo fundaron los Condes de Luque en 1626 para los Agustinos Recoletos. Hubo épocas en que había hasta cerca de cuarenta frailes que se dedicaban a la enseñanza y a su noviciado.
Como tantos otros conventos y monasterios, terminó malvendiéndose, salvo la Iglesia, en la desdichada desamortización de Mendizábal.
Como tantos otros conventos y monasterios, terminó malvendiéndose, salvo la Iglesia, en la desdichada desamortización de Mendizábal.