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MONTILLA: IV. MONTILLA....

IV. MONTILLA.

1. HISTORIA DE MONTILLA.

Es un municipio de la provincia de Córdoba distante de la capital a 45 Km., situado en la Campiña Sur cordobesa y es considerado su capital, perteneciendo a la provincia de Córdoba.
El origen de su topónimo es ambiguo pero procede de la etapa musulmana donde Montiya, con la terminación de “iya” del árabe en alusión a los grupos humanos en toda su extensión como barrio, pueblo o ciudad.
Otros autores indican el nombre de “Montulia” y se refería a toda región.
Otras versiones lo hacen derivar de la raíz castellana que aparece en el siglo XIV en el “Libro de la Montería del rey Alfonso XI” como “Montiella”, del topónimo árabe “Mondelia”.
En el siglo XVIII se consideró como última versión que se derivaba de la contratación de monte-villa. Es la cuna de Gonzalo Fernández de Córdoba, el Gran Capitán, quien nació en su castillo, hoy en ruinas en el 1453, propiedad de su padre D. Pedro Fernández de Córdoba, Señor de Aguilar.
El rey Felipe IV le concedió el título de ciudad a esta villa, en 1630.
En el Paleolítico Inferior que se sitúa entre el período (350.000 a 30.000 a. C.) donde el hombre evolucionaría desde el Homo Erectus al Homo Neanderthal, representa el paso del hombre mono al hombre más parecido al actual y hay testimonio de útiles sobre lasca y los bifaces encontrados.
También han sido encontrados de periodos posteriores como raspadores y buriles del Paleolítico Inferior y del Paleolítico Medio y sepulturas con vasos campaniformes.
De otros períodos como el Neolítico aparecen numerosos yacimientos de cerámica, sílex y puntas de flecha. Muy próximo a las ruinas del castillo de Montilla se ha encontrado la existencia de un poblado prerromano en las laderas de un cerro próximo al lugar.
Con la llegada de los ejércitos romanos, a partir del 182 a. C. se inicia la romanización en la región, donde se encuentra en la localización de una estatua de Diana cazadora o de calzadas romanas donde nos demuestra que existía un núcleo romano próximo, aunque descubrimientos arqueológicos posteriores no demuestran la existencia de una ciudad romana a pesar de la existencia de muchos restos.
Muy próxima a Montilla se encuentra el lugar de los Llanos de Vanda, donde concurrieron las fuerzas militares de los triunviros Julio Cesar y Cneo Sexto Pompeyo y combatieron en batalla de Munda en el año 45 a. C. y tras la victoria Julio César volvió a Roma para ser nombrado dictador.
Su proximidad a la vía de Córdoba a Málaga testimonio que el lugar estaba habitado y se desea y se desarrollaba una gran actividad agrícola.
En épocas anteriores se han encontrado restos arqueológicos procedentes de la civilización tartesia e íbera localizados en el recinto del castillo.
Existió una zona a la que se llamaba “Mondelía” que estaba despoblada y era colindante con las Coras de Qabra y Córdoba.
La ciudad vivió un oscurantismo durante la Alta Edad Media y sería conquistado en 1240 por el rey castellano-leones Fernando III El Santo quien repoblaría esta zona con familias procedentes de León.
En el año 1257 Alfonso X El Sabio se le concede en Señorío de la villa y el Castillo de Aguilar a D. Gonzalo Yáñez Dovinal quien lo mantendrá hasta 1343 que se extinguiría el linaje de la Casa de Aguilar.
Sería en el año 1371 cuando Enrique II de Trastamara, rey de Castilla y León se lo concede de Señorío a D. Lope Gutiérrez, alcalde mayor de Córdoba, segregándolo de la Casa de Aguilar junto con la independencia jurisdiccional y el título de villa adquiriendo entidad y autonomía propia diferentes al Señorío de Aguilar.
Lope Gutiérrez le permutaría a Gonzalo Fernández de Córdoba en 1375 por otros bienes en Guadalcázar. Desde entonces Montilla se transformaría en un centro, sede y núcleo del mismo, condición que mantendría cuando los Reyes Católicos le otorgaron a los señores de Aguilar, el título de marqueses de Priego.
Hay una polémica abierta sobre el lugar del nacimiento del Gran capitán entre Aguilar o Montilla y fue en Montilla aunque en aquel momento pertenecía al Señorío de Aguilar cuyo titular era su padre.
Montilla adquiriría un gran desarrollo económico en el siglo XVI aunque en la segunda mitad del siglo XV hubo un gran crecimiento demográfico alcanzando a los 1166 vecinos en el 1530 por lo que a excepción de Priego era la villa del Señorío más poblada.
En referencia a su castillo cuyo origen procede de la Baja Edad Media sería demolido por orden de Fernando II El Católico en 1508 como réplica del rey a la Casa de Aguilar y al resto de la nobleza andaluza.
En el siglo XVI se produce un gran desarrollo económico que se traduce en una ampliación del perímetro urbano y en la remodelación arquitectónica de la parroquia de Santiago y la creación de nuevas fundaciones conventuales con franciscanos en 1512, agustinos en 1519, clarisas en 1525, jesuitas en 1558 y concepcionistas en 1594.
La ciudad va ampliando su casco urbano y se expande por el camino de Córdoba gracias al barrio de Tenerías.
En 1630 el rey Felipe IV de España le concede el título de ciudad. Surgen muchos conflictos locales los derechos señoriales de los Señores y la actitud de sus vasallos respecto a la autonomía política de burgos y ciudades. Hasta el 1711 no se reconoce el derecho de los vecinos de erigir libremente hornos y molinos.
El concejo municipal cumple las funciones de gobierno, justicia y regimiento de la villa y dispone de ingresos que proceden del arrendamiento de sus propiedades.
En el siglo XVII supuso un estancamiento y regresión de la economía por la aparición de la peste, falta de cosechas y hambre y agravado por las medidas políticas desacertadas como la expulsión de los moriscos en 1609 y la Guerra de los Treinta Años.
Se fundó el Hospital de San Juan de Dios en 1664 y el reconocimiento público del patronazgo de San Francisco Solano en 1647, casi 80 años antes de su canonización en 1726.
Durante este siglo gracias a los genios de la pluma Lope de Vega, Calderón de la Barca, Miguel de Cervantes y otros se inaugura el Corral de Comedias en Montilla así como en otras ciudades andaluzas.
El siglo XVIII supuso la recuperación demográfica sin apenas cambiar la estructura social que fue realizada por los marqueses de Priego (luego Duques de Medinaceli desde el 1711) auxiliados por la por familias nobles, clero, campesinos, artesanos y gentes de otros gremios.
En 1726 se canoniza a San Francisco Solano, evangelizador de América del Sur y el 1 abril de 1767 se expulsa a los jesuitas y el 24 de agosto de 1779 se funda la primera Sociedad Económica de Amigos del País.
El siglo XIX fue turbulento y se destacaron la Guerra de la Independencia contra los franceses, la lucha entre liberales absolutistas, la gran epidemia de peste en 1855 y las revueltas contra la reina Isabel II de España.
Tras la Guerra de la Independencia en el siglo XIX, fue lugar de correrías del famoso guerrillero, el Brigadier Francisco Abad Moreno “El Chaleco” quien dirigía su partida de patriotas y fue el azote de los invasores franceses por sus acciones bélicas en la comarca de Despeñaperros.
A principios del siglo XIX, tiene su protagonismo por su proximidad a Bailen, donde se escenifica, la célebre batalla de la Guerra de la Independencia, contra los franceses
En el año 1833, Javier de Burgos, ministro de Fomento, realiza la división administrativa del reino de España, e inscribe a Montilla, dentro de la provincia de Córdoba.
Las Cortes de Cádiz suprimían los Señoríos jurisdiccionales mediante el Decreto del 6 de julio de 1811, pero una vez derrotados los franceses y expulsados de España, los avatares políticos (vuelta al absolutismo) hicieron frenar las reivindicaciones de los ayuntamientos de recuperar la plena jurisdicción sobre el territorio del municipio y sería en 1834, cuando tras la introducción del régimen liberal, definitivamente queda abolido el régimen señorial.
En el siglo XIX se produce una gran expansión demográfica y Montilla tenía 13.224 habitantes y la ciudad contaba con el Ayuntamiento, el Palacio de Medinaceli, escuelas, hospital, la parroquia de Santiago, la iglesia de San Francisco Solano, siete ermitas dentro de la ciudad y cuatro en las afueras con tres conventos de frailes y dos de monjas.