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FLOR DE LUZ
Embriágame montoreña con besos
bajo los álamos de la ribera,
de la “Más Alegre” que es sementera
de juegos cándidos y traviesos.
Liberaremos los sentidos presos
de la adusta conciencia carcelera,
escapándonos de “La Corredera”
hacia los impulsos y los excesos.
Rayos de plata de serena luna
descolgando tibios de las ramas
lúbricos caerán sobre tus senos,
y yo bendeciré nuestra fortuna
sobre hojas innumerables camas
extasiándonos con sus mil venenos.
Cúbreme montoreña con amores
que de tu amor yo soy el rompeolas,
déjame disfrutar contigo a solas
y calmar la pleamar de tus rubores.
Oigo en el infinito tus clamores
que en mis sentidos irrumpen como olas,
la dulzura en tu cuerpo tú enarbolas
y en mi corazón centellean tus fulgores.
Ven ráfaga de amor generadora,
que tu soplo me azote y me despliegue
esa actitud que me canta, ríe y llora.
Me exalte su espiral y no me niegue
el placer que tu pureza atesora
y que su luz mis sentimientos ciegue.
Montoreñas, sois lindas amapolas
y vuestros labios son pétalos rojos,
son luceros azules vuestros ojos
y las mejillas hermosas corolas.
Quiero ser de vosotras el rompeolas
para poder romper vuestros arrojos,
que para mi alma son fuertes cerrojos
como las playas son para las olas.
No espero que borréis mi tristeza
ni tampoco que seáis mi alegría,
solo deseo deciros con grandeza
que este que os escribe esta poesía
os dice con afán y con nobleza
que sois lo mejor de Andalucía.
Embriágame montoreña con besos
bajo los álamos de la ribera,
de la “Más Alegre” que es sementera
de juegos cándidos y traviesos.
Liberaremos los sentidos presos
de la adusta conciencia carcelera,
escapándonos de “La Corredera”
hacia los impulsos y los excesos.
Rayos de plata de serena luna
descolgando tibios de las ramas
lúbricos caerán sobre tus senos,
y yo bendeciré nuestra fortuna
sobre hojas innumerables camas
extasiándonos con sus mil venenos.
Cúbreme montoreña con amores
que de tu amor yo soy el rompeolas,
déjame disfrutar contigo a solas
y calmar la pleamar de tus rubores.
Oigo en el infinito tus clamores
que en mis sentidos irrumpen como olas,
la dulzura en tu cuerpo tú enarbolas
y en mi corazón centellean tus fulgores.
Ven ráfaga de amor generadora,
que tu soplo me azote y me despliegue
esa actitud que me canta, ríe y llora.
Me exalte su espiral y no me niegue
el placer que tu pureza atesora
y que su luz mis sentimientos ciegue.
Montoreñas, sois lindas amapolas
y vuestros labios son pétalos rojos,
son luceros azules vuestros ojos
y las mejillas hermosas corolas.
Quiero ser de vosotras el rompeolas
para poder romper vuestros arrojos,
que para mi alma son fuertes cerrojos
como las playas son para las olas.
No espero que borréis mi tristeza
ni tampoco que seáis mi alegría,
solo deseo deciros con grandeza
que este que os escribe esta poesía
os dice con afán y con nobleza
que sois lo mejor de Andalucía.