MONTORO: SUSPIROS MONTOREÑOS...

SUSPIROS MONTOREÑOS

Suspira montoreña,
y que unos de tus suspiros
llegue flotando hasta mi corazón,
y con tu esencia perfumada
ebrie mi cuerpo mortecino,
pues mi deseo es mas fuerte
que lo que por ordinario
desanima a los enamorados.

Da vida a mi corazón con tu hálito
y haz que mi pasión crezca y se exalte
mi alma lacerada por tu amor,
que mi espíritu se haga obedecer
por la fuerza del embrujo
de tu extremada ternura.

! Oh montoreña ¡
Escánciame de amor
con tus labios rojos carmesí
de adolescencia virginal,
embriágame de una vida nueva
y juntos vayamos hacia
él mas alto grado de perfección
de nuestra pasión desenfrenada.

¡Oh montoreña!
Tímida y pudorosa naturaleza,
inmaculada frágil y pura
como crisoles de plata fundida,
delicada como sarta de jazmines
que delatan tu sensualidad,
altiva y magnificente
como varas de nardos abiertos.
Tu te has adueñado de mi corazón
y quiero vivir en el jardín
donde tu habitas.

¡Oh montoreña!
Tus senos,
son como granadas entreabiertas
y de ellas mana ambrosía
para los dioses del Olimpo,
que los hace embellecer
y le dan vida eterna.

¡Oh montoreña!
Tu vientre es lujurioso y suntuoso
adornado de dos pliegues como el arco iris
y debajo un ombligo perfecto con un arito
colocado por las manos de un sabio
parecido a un arete jerezano.

¡Oh montoreña!
En ti he aprendido que no existen
mas alegría y placer que tu,
y desde que te conocí
me he apartado del mundo
y he abandonado mi familia,
mis bienes y mi morada
para a tu amor subyugarme
y bogar por la rada eterna
hasta que la muerte me separe.