¡Oh montoreña! Manantial de alegría
derroche de delicia y de dulzura,
tú eres mi templanza y mi locura
anhelo de mi amor y mi alegría.
Dame de tu boca esa ambrosía
que me da sosiego y frescura,
que me sacia de amor y ternura
igual que fuente de agua fría.
Tú quitas mis pesares cada día
y me das amor sutil con mesura,
haciendo en mi alma una fisura
desbocando mi amor con rebeldía.
Eres amor que tengo en lejanía
y quiero llegar hasta tu altura,
y probar de tus labios la tesitura
besándote con rabia y armonía.
Dame de tu amor niña mía
que quiero vivir de su dulzura
porque eres la pócima que me cura
para amarte en la vida de por fía.
derroche de delicia y de dulzura,
tú eres mi templanza y mi locura
anhelo de mi amor y mi alegría.
Dame de tu boca esa ambrosía
que me da sosiego y frescura,
que me sacia de amor y ternura
igual que fuente de agua fría.
Tú quitas mis pesares cada día
y me das amor sutil con mesura,
haciendo en mi alma una fisura
desbocando mi amor con rebeldía.
Eres amor que tengo en lejanía
y quiero llegar hasta tu altura,
y probar de tus labios la tesitura
besándote con rabia y armonía.
Dame de tu amor niña mía
que quiero vivir de su dulzura
porque eres la pócima que me cura
para amarte en la vida de por fía.