¡Ay Padre Jesús ¡Que poco tiempo queda para verte de cerca, para besar tu Sagrada Túnica e ir a tu lado desde que sales de tu Morada Celestial hasta que vuelves a ella dejando tras de si un mar de lágrimas de amor y de esperanza a tantos montoreños que te quieren, y que darían todo por tu causa. ¡Jesús! Sé que aunque estoy lejos de Ti, nunca me olvidas, que estoy en tu pensamiento como Tú estás en el mío, que cada vez que nombro tu Bendito Nombre, mi corazón se acelera y mi alma se abre de par en par para que entre tu bondad y tu misericordia. Estamos lejos de ti Jesús, algunos más que otros, pero no hay obstáculo que impida que nos lleve hacia Tí.
Muchos son los montoreños que se fueron de Montoro renegando de su tierra, pero Tú los haces volver, sólo Tú puedes hacerlo, sólo Tú puedes unir a este pueblo en una plaza, y sólo Tú puedes hacer que tras muchos kilómetros lleguemos sanos y salvos a nuestro encuentro. No todos tenemos la suerte de tenerte tan cerca, de vivir el día a día en Montoro y entrar en tu Morada y rezar por nuestros seres queridos que ya están en tu Reino, pero ese momento, puedo asegurarte Jesús, que es una vivencia inigualable y una explosión de alegría y pasión incontenida acompañada de recuerdos bañados en lágrimas con sabor a mirra.
¡Jesús! No nos olvides nunca, dadnos salud y fuerzas para poder ir cada año a verte, y que nuestros hijos, tomen el testigo que hemos heredado de nuestros padres y sigan tu palabra.
¡VIVA NUESTRO PADRE JESÚS NAZARENO!
¡VIVA EL REY ALCALDE DE MONTORO!
Muchos son los montoreños que se fueron de Montoro renegando de su tierra, pero Tú los haces volver, sólo Tú puedes hacerlo, sólo Tú puedes unir a este pueblo en una plaza, y sólo Tú puedes hacer que tras muchos kilómetros lleguemos sanos y salvos a nuestro encuentro. No todos tenemos la suerte de tenerte tan cerca, de vivir el día a día en Montoro y entrar en tu Morada y rezar por nuestros seres queridos que ya están en tu Reino, pero ese momento, puedo asegurarte Jesús, que es una vivencia inigualable y una explosión de alegría y pasión incontenida acompañada de recuerdos bañados en lágrimas con sabor a mirra.
¡Jesús! No nos olvides nunca, dadnos salud y fuerzas para poder ir cada año a verte, y que nuestros hijos, tomen el testigo que hemos heredado de nuestros padres y sigan tu palabra.
¡VIVA NUESTRO PADRE JESÚS NAZARENO!
¡VIVA EL REY ALCALDE DE MONTORO!