-25% solo aquí

MORILES: Un hombre inteligente, una sabia decisión, y una justa...

Sorprendidos e indignados los presentes le reprocharon airadamente: "Pero qué hizo? Y ahora? Cómo vamos a saber el veredicto?" "Es muy sencillo respondió el hombre. Es cuestión de leer el papel que queda y sabremos lo que decía el que me tragué".

Con rezongos y bronca mal disimulada debieron liberar al acusado y jamás volvieron a molestarlo.

Un hombre inteligente, una sabia decisión, y una justa sentencia, o sea justicia divina, gracias Victoria por tus relatos.