Moriles vive momentos de luto tras el incendio que ayer costó la vida a un anciano de 63 años de edad mientras dormía en su vivienda. Antonio López Copete, que habitaba en el número 14 de la calle La Cochera, era viudo y residía solo, habiendo residido casi toda su vida y hasta hace cuatro años en Cataluña. Según los vecinos, sobre las seis de la mañana de ayer oyeron ruidos que les hicieron sospechar que en la casa de Antonio ocurría algo anormal. Tras ello, se interesaron por lo que ocurría, percatándose de que el fuego y las llamas se estaban propagando por el domicilio.
Rápidamente, los vecinos avisaron tanto a la Guardia Civil y a la Policía Local como a los Bomberos, que en breve tiempo se desplazaron al lugar. Concretamente, efectivos del Parque de Extinción de Incendios Lucena-Cabra se encontraban a los pocos minutos ocupándose de atajar un incendio que al parecer afectó sobre todo al dormitorio, si bien no lo hizo con tanta virulencia a otras dependencias. El fallecido vivía en la planta baja de la casa y, según los vecinos, la persona que lo cuidaba se ocupaba de retirar a diario el brasero de la cama, si bien él anciano solía arrimarlo. Por ello, dicho brasero ha sido encontrado casi pegado a la cabecera y a unas cortinas que cubren la ventana del dormitorio.
Según los vecinos, Antonio pudo dejarse el brasero encendido toda la noche, con lo que tras prenderse alguno de los elementos textiles mencionados y al notar fallos en la respiración, intentó saltar de la cama, pero el abundante humo producido por el siniestro le ocasionó la muerte por asfixia. La víctima, tras ser levantado su cadáver por la jueza, ha sido trasladada al Instituto Anatómico Forense para la realización de la autopsia. Sus restos mortales podrían ser trasladados a Cataluña.
Rápidamente, los vecinos avisaron tanto a la Guardia Civil y a la Policía Local como a los Bomberos, que en breve tiempo se desplazaron al lugar. Concretamente, efectivos del Parque de Extinción de Incendios Lucena-Cabra se encontraban a los pocos minutos ocupándose de atajar un incendio que al parecer afectó sobre todo al dormitorio, si bien no lo hizo con tanta virulencia a otras dependencias. El fallecido vivía en la planta baja de la casa y, según los vecinos, la persona que lo cuidaba se ocupaba de retirar a diario el brasero de la cama, si bien él anciano solía arrimarlo. Por ello, dicho brasero ha sido encontrado casi pegado a la cabecera y a unas cortinas que cubren la ventana del dormitorio.
Según los vecinos, Antonio pudo dejarse el brasero encendido toda la noche, con lo que tras prenderse alguno de los elementos textiles mencionados y al notar fallos en la respiración, intentó saltar de la cama, pero el abundante humo producido por el siniestro le ocasionó la muerte por asfixia. La víctima, tras ser levantado su cadáver por la jueza, ha sido trasladada al Instituto Anatómico Forense para la realización de la autopsia. Sus restos mortales podrían ser trasladados a Cataluña.