Un hombre de 20 años ha sido detenido por la Guardia Civil en Puente Genil como presunto autor de un delito de tentativa de homicidio al intentar envenenar a un compañero de trabajo introduciéndole plaguicida en su comida.
Según ha informado el Instituto Armado, la víctima denunció en marzo del 2009 que notaba "un olor y sabor extraño" en los productos alimenticios que consumía cuando desayunaba en el trabajo, una fábrica de muebles de Moriles en la que era encargado. De hecho, el denunciante comenzó a sentir malestar corporal y dolor abdominal, lo que hizo necesario que recibiera atención médica en el hospital Infanta Margarita de Cabra. El hombre achacaba su malestar a algún producto ingerido en el desayuno, por lo que la Guardia Civil encargó la investigación al equipo de Policía Judicial.
La víctima aportó para su estudio un envase de zumo y otro de yogur, que fueron remitidos al Instituto Nacional de Toxicología de Sevilla para su análisis. El informe confirmó las sospechas, indicando que en los envases aportados por el denunciante había sido localizada una sustancia química, concretamente un plaguicida de elevada toxicidad, de los que se aplican a frutales, verduras, hortalizas y semillas. Ante ello, la Guardia Civil sospechó que algún compañero de trabajo de la víctima pudiera estar manipulando los alimentos que ésta consumía.
INCIDENTES Así, las primeras investigaciones permitieron saber que la víctima trabajaba como encargado en una fábrica de muebles de Moriles, cargo para el que fue contratado por uno de los socios, y que en varias ocasiones había tenido que llamar la atención a uno de los empleados de la fábrica bajo su supervisión. Los agentes centraron sus investigaciones sobre un hombre con quien el denunciante había tenido varios incidentes. Además, la víctima había recibido varias llamadas "obscenas, insultantes y amenazantes", cesando las mismas el pasado mes de febrero.
Además, el Instituto Armado localizó en el mueble donde la víctima depositaba los alimentos un bote que contenía el mismo producto químico detectado en los envases aportados por el denunciante y en uno de los cajones varias jeringuillas que supuestamente el sospechoso utilizaba para introducir el plaguicida en los alimentos.
Según ha informado el Instituto Armado, la víctima denunció en marzo del 2009 que notaba "un olor y sabor extraño" en los productos alimenticios que consumía cuando desayunaba en el trabajo, una fábrica de muebles de Moriles en la que era encargado. De hecho, el denunciante comenzó a sentir malestar corporal y dolor abdominal, lo que hizo necesario que recibiera atención médica en el hospital Infanta Margarita de Cabra. El hombre achacaba su malestar a algún producto ingerido en el desayuno, por lo que la Guardia Civil encargó la investigación al equipo de Policía Judicial.
La víctima aportó para su estudio un envase de zumo y otro de yogur, que fueron remitidos al Instituto Nacional de Toxicología de Sevilla para su análisis. El informe confirmó las sospechas, indicando que en los envases aportados por el denunciante había sido localizada una sustancia química, concretamente un plaguicida de elevada toxicidad, de los que se aplican a frutales, verduras, hortalizas y semillas. Ante ello, la Guardia Civil sospechó que algún compañero de trabajo de la víctima pudiera estar manipulando los alimentos que ésta consumía.
INCIDENTES Así, las primeras investigaciones permitieron saber que la víctima trabajaba como encargado en una fábrica de muebles de Moriles, cargo para el que fue contratado por uno de los socios, y que en varias ocasiones había tenido que llamar la atención a uno de los empleados de la fábrica bajo su supervisión. Los agentes centraron sus investigaciones sobre un hombre con quien el denunciante había tenido varios incidentes. Además, la víctima había recibido varias llamadas "obscenas, insultantes y amenazantes", cesando las mismas el pasado mes de febrero.
Además, el Instituto Armado localizó en el mueble donde la víctima depositaba los alimentos un bote que contenía el mismo producto químico detectado en los envases aportados por el denunciante y en uno de los cajones varias jeringuillas que supuestamente el sospechoso utilizaba para introducir el plaguicida en los alimentos.